Introspección

Esta obra nos sumerge en un viaje visual y emocional profundo. La imagen central es una joven en plena caída, suspendida en un espacio indefinido que converge en un imponente ojo, cuya pupila nos muestra un gran abismo.

La técnica empleada para esta obra es tan única como su mensaje. A través de múltiples capas de carbón, construí un fondo oscuro y denso, que luego fui borrando sutilmente para revelar la figura y los elementos principales.

Este proceso de «creación a través de la eliminación» es una metáfora en sí misma, sugiriendo que a veces debemos quitar capas y barreras para descubrir nuestra verdadera esencia.

El uso posterior de un pastel blanco, me permitió rellenar y perfeccionar algunos detalles, así como aportar más luminosidad a la pieza.

La idea de esta obra es representar la introspección, la búsqueda de identidad de uno mismo.

La caída, más que un descenso al miedo, es un viaje hacia el autoconocimiento.

El ojo, conocido como una «ventana del alma», aquí se convierte en un portal hacia el interior, sugiriendo la necesidad de mirar dentro de uno mismo para descubrir quién es realmente.